TÚ FELICIDAD ES TUYA Y NADIE MÁS LA PODRÁ ENTENDER NI CALIFICAR.
¿Has actuado para los otros? ¿Has
hecho feliz a los otros sacrificando tu felicidad? ¿Has echado paso a andar
creyendo que tu vida no tiene sentido?
Un día despertaste, abriste los
ojos, y te diste cuenta que algo debías cambiar. Y no es porque haya visto Comer,
Rezar y Amar. No, dada la casualidad que luego de mi bombazo de sinceridad
conmigo misma, ese que solo puedes darte tu mismo, me acordé de esta hermosa
película (que no había visto) que puede aclarar algo en tu vida o si no quieres
ver nada, pues no hará nada.
Y quiero llorar porque muchos no entienden
el método de la felicidad, solo pocos, solo algunos logran apasionarse por
algo. Me da una angustia terrible que las personas no sientan esto que corre
dentro de mis venas. Esto que la mayoría puede visualizar como una estúpida forma
de vida, algo que para mi ha sido algo glorioso, para algunos no es nada, por
ello, es que prefiero guardármelo. Aunque tu lector, por algo has llegado hasta
acá.
Hoy hablaba con un querido amigo
sobre mi evolución, solo porque le dije “Al fin vi la luz” y él respondió “¿hace
cuánto no la veías?” “Hace mucho” le dije, y empezamos a hablar. Trató de
indagar de llegar al fondo, bueno pudo hacerlo, pero me costó reconocer que fue
lo que me había hecho mal. Se me apretó la garganta, me dieron unas ganas
terribles de llorar, no había motivo, no me había preguntado nada grave, pero
creo que hace rato una persona que estimo me había examinado el alma tan adentro.
Los amigos de la vida, te conocen y no necesitan indagar en tus heridas porque
se las saben, pero una nueva persona es diferente, es como abrirle tus brazos a
alguien, pero en vez de abrazar por arriba, como siempre hago, abrazar por debajo
de sus hombros para sentirte acobijada y un poco segura. (Practiquen eso de los
abrazos, un amigo me lo explicó muy bien una vez en un carrete, sí carreteando,
es cuando a veces salen a la luz estos temas, los temas del alma, porque te vai en la profuuuuunda).
¿Vas a seguir actuando para el
resto?
Quizás muchos o la gran mayoría
hacen lo que le gusta (porque nunca me habían hecho cuestionarme nada), estudian una carrera y tienen la suerte de
caer en el lugar preciso, identificarse con ella y sentirse totalmente
realizado al titularse y trabajar en ello. Cuando no, en algún momento te das
cuenta de que estás actuando mal, de que estás haciendo algo por alguien más y
no por tu vida, no por tu felicidad, no por tu propósito principal ¿cuál es tu
propósito? ¿Acaso lo sabes? ¿Te lo has planteado de tal modo? ¿Qué huella quieres
dejar?
Una vez conocí a César, es un
poeta, un amigo, un ser humano luminoso, solo que ni él mismo lo sabía en ese
momento. Nunca se rindió, siempre fue diferente, siempre pero siempre fue
diferente, su energía, su manera de mirarte, su manera de tocarte cuando te
abrazaba, hasta cuando te besaba la mejilla era diferente. Él era pura pasión
por sus poemas, él estaba lleno de algo que necesitaba gritar, hizo un libro de
poesía, vive en San Fernando y percibo que es feliz, aunque no lo podría
asegurar, pero eso es lo que me transmite. Se quedó allá, no se vino a la
ciudad de cemento como hacemos todos para conseguir un trabajo, ganar dinero y
ser alguien en la vida, él decidió dejarse el pelo largo, seguir tan delgado
como siempre y amar a la Vicky.
Un día también conocí a mi
querido amigo Camilo, él también ama lo que hace, él artista circense, de él
hablaba más arriba. Pero no siempre supo lo que quería hacer, es decir, uno lo
sabe pero lo oculta, lo deja ahí quieto porque el resto no espera eso de ti
(cree uno). El hoy me contó que luchó contra el mismo y su familia, le costó su
resto de tiempo darse cuenta de lo que quería (seis años), no especificó mucho,
eso de seguro será material para otras conversaciones.
Pero puedes darte cuenta de lo
que puede costar darte cuenta de lo que realmente debes hacer con tu vida,
siempre leemos “la vida es una sola APROVÉCHALA” y cosas relacionadas a esa frasecita
sabionda, pero ¿cómo hago para disfrutarla? Tienes que tenerte paciencia,
tienes que juntarte con las personas indicadas y recibir las palabras que no
has escuchado de la boca de nadie (nadie tan sabio), alguien te tenga tanto
cariño que se conecte contigo durante unas horas y quedarte en silencio,
escuchando, introduciendo cada pequeña palabra y uniéndolas formando frases en
tu cerebro, tratando de no olvidarlas o por lo menos no olvidar el concepto.
Luego, sentirte bien contigo mismo, y decir ¿a qué vine a esta vida? ¡¿A QUÉ
VINE?! Responderte, y procurar eso como un propósito, que aquello te
complemente, que te haga sonreír en la calle ¿has sonreído en la calle por
estar lleno de felicidad? Yo hace tres días que lo hago y no dejo que la gente
que me hace atraparme en pensamientos básicos y banales se acerque a mi ni a
mis vivencias actuales, porque me ensucia y ahí está donde piensas “Esto me
sirve, esto no, que fluya, que siga su camino, hola, estamos aquí, aquí estoy
caminando, escuchando esta canción, estoy aquí caminando siente el aire, a los
pájaros…” Vive cada momento, siente cada momento, enfócate en el presente, en
ese presente y sonríete (ahora estás leyendo).
Ya sabes, o quizás ni lo sepas,
yo no lo sabía hace cuatro días, meditar es súper difícil. Y no hay que ir a la
India ni mucho menos. Solo debes escuchar el silencio, prueba sentir solo tu
respiración y nada más, calla tus pensamientos, en ese momento, te vas a dar
cuenta que estás pensando en cómo puedes no pensar (te vas a reír, porque da
risa la poca concentración que tenemos sobre ese tema). Es difícil, pero se
puede, deja que se libere lo que no sirve y deja lo bueno cerca de ti, y ahora
respira hondo.
Siéntete.
Te dejo este hermoso tema interpretado por los Perota Chingo, que pronto iré a ver acá en Chile. Escucha la letra, solo la letra y libérate.
¿Ahora qué harás tu con tu vida?
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