Falta la vida cuando la muerte llega.

Acabo de ver Mi Vida Sin Mi. Él es Lee y ella es Ann. 

He deseado tantas veces morir, por cada sensación de desprecio de la vida me he encerrado esperando que la muerte me arrebate el aliento.

De cada una de ellas he podido salir, si realmente la muerte fuera el camino, pues ya tendría cáncer en todo mi cuerpo, pero creo que ella espera que conozca algunas cosas más.

Aún me falta conocer el amor real, me hace falta viajar, andar en bici (y transpirar en eso), vivir en otro lugar (por favor), sacar fotos con una cámara análoga de calidad (comprarme una), aprender cosas nuevas, escuchar mas canciones, sentir la naturaleza, regalonear y ser regaloneada.

Aún me falta mucho, mucho por sentir, mucho por vivir, hasta quiero un matrimonio (cidio) y una hija (volverme loca), que mi papá al fin sea el abuelo mas feliz, me falta ver a mi madre como abuela (quizás así se ablande un poco y vea la vida de otra manera, sin tanto peso).

La verdad es que necesito encontrar la felicidad (y sorprenderme cuando la halle, así como cuando me regalan algo de sorpresa, me pone feliz), la verdadera felicidad, esa que aún no puedo conocer.

Tengo que conocer un Mark Darcy, William Thacker, Lee, Adam Franklin, Noah Calhoun, Jorge y muchos galanes de películas de comedia romántica. Sí, me encanta verlas y mas encima lloro, soy tan, tan mina como puedo ser, y es una de las cosas que no oculto (evito llorar en público), antes decía que no me gustaba para no parecer débil (que idiota), pero detrás de mi fachada hay una simple chica queriendo que un chico la adore (pero tampoco puedo querer a cualquiera ni ser querida por él que yo quiero, la vida nunca es tan simple como las comedias románticas gringas), me acordé de este dialogo empalagoso: