Por tres meses estuve en un circuito diferente, donde en dos no encontré pega y en uno encontré una pega la cual ya acabo, durante esos dos meses traté de mantener la calma dentro de mi armario espiritual, pero en el tercer mes un día saqué todo, todo afuera y lo dejé abandonado en el suelo de mi habitación del alma (por así decirlo), abandoné las creencias, abandoné el amor y comencé a pervertirme nuevamente por las adicciones banales de la vida como el alcohol, las drogas y el rock&roll. No es que haya vagado, pero las incluía en mi vida como si fuesen necesarias y no lo son.
No me doy cuenta de cómo avanza la vida y de lo que no tengo, y que podría tener si no fuese tan descuidada. Al menos hoy me levanté y miré unas fotografías de ayer y la decadencia de mi cara, de mi cuerpo, de mis manos y lo peor la decadencia en mis ojos me causa total impacto. No me veía linda eso era toda la cuestión, y yo pienso que cuando una persona está bien, empezando desde adentro hacia afuera, ahí se nota si se ve bien linda es porque tomó un camino adecuado, y yo no me veía linda.
Así que decidí volver a encontrarme, nuevamente, dejar la hiperventilación de lado.
Cierro los ojos y puedo sentir el viento y al sol, y puedo acordarme de Luchin. Tomarme la cara, taparme los ojos y preguntarme qué he estado haciendo, por qué lo he estado haciendo, y cómo pudo acontecer esto, la desmotivación por la vida (nuevamente), vivir por vivir, y no vivir sintiendo realmente. Cómo la porquería pudo meterse tan dentro de mi, si hasta las ganas de escribir se habían perdido.
Lo positivo de la situación es que el sol sigue saliendo y las ganas de crecer también, de volver a empezar el camino y ahora quizás tal vez poder encontrar el final, el camino que te acompañe para que lo acompañes.
Vive el momento, pero vívelo de buena manera, no descuides al universo, no descuides el karma y cuídate los pasos de tus propios oscuros llamados.
Sería tan bonito si usted Universo me diera un camino nuevo para andar.
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